*Narra Sheila*
La llamada de Sophie me desveló
totalmente y no conseguí reconciliar el sueño. Además, ya son las once y media
de la mañana. Era hora de iniciar el último día de la semana. Mi queridísima
amiga prácticamente me suplicaba que si sus padres preguntaban por ella
respondiera que se ha quedado a dormir en mi casa, que más tarde nos contaría a
todas lo que le ha sucedido. Presiento que será algo bueno, no paraba de
sonreír mientras hablaba conmigo, y eso que fue una conversación telefónica y
no pude verle la cara.
De repente algo interrumpió mis
pensamientos. Tenía un nuevo mensaje… ¡de Liam! Lo releí una y otra vez hasta
que perdí la cuenta. ¡Es el chico más adorable de mundo! Solo de pensar que soy
su novia me entran escalofríos por el cuerpo. Me siento la persona más
afortunada ahora mismo. En este momento lo único que hacía era saltar sobre mi
cama. Me escribía, lo primero, buenos días aparte de tener un buen día, que hoy
estaría muy ajetreado y probablemente no podamos pasar tiempo juntos hoy, pero
que deseaba volver a verme pronto. Y que me quería mucho, eso lo dice porque no
se entera de lo mucho que le quiero yo a él y no iba a empezar con las típicas
peleas de “yo te quiero más”.
Obviamente le respondí y decidí darme
una ducha rápida para despejarme completamente. En una cosa no cabía duda: sí
que me ha alegrado el mañana.
Me levanté y me di esa ducha
superrápida. Me cambié con algo más cómodo y listo.
Bajé a la cocina en la que mi hermano
desayunaba tranquilamente.
-Buenos días.-Saludé al mismo tiempo
en que él terminaba su vaso de leche.
-Y tan buenos, esa alegría a primera
hora no es normal en ti.
-Oye, ¿yo no puedo estar
feliz?-Contraataqué preparándome unos cereales.
-Vas a estar aún más feliz si miras lo
que hay en el recibidor de la entrada.-Instantáneamente corrí hacia dicho
lugar.
No estaba lejos, pero la verdad, se
transformaron en interminables kilómetros. Al llegar rompí a llorar de la
emoción. Yo soy así de sensible.
-Hey, que no se ha muerto nadie.
-Si es que se porta fenomenal conmigo…
-Hay que admitir que te quiere mucho.
Ninguno de tus ex novios, que son pocos, ha tenido el valor de traer ese enorme
ramo de rosas a casa.
-Será porque eres el mejor hermano de
la humanidad, y los ahuyentas.-Confesé dándole un abrazo de lado. Después
recogí las flores.
-Eso es porque yo también te quiero,
hermanita.-Esta vez le di una patada en la espinilla. Como ya dije en su día,
no me gustaba ese mote.
-¿Cuando vienen papá y mamá? –Pregunté
desviando el tema.
-Esta tarde.
-Pues hay que limpiar y hacer la
comida.
Regresé a la cocina, cogí un vaso de
cristal y lo rellené de agua por la mitad. Subí a mi habitación y lo coloqué
sobre mi escritorio, que se situaba bastante cerca de la ventana. Metí las
flores con cuidado. Sé que es muy común que la gente te regale este tipo de
cosas, pero me da igual, a mi me encanta este regalito tan bonito que me ha
hecho mi novio.
Volví a escribirle un mensaje para
agradecerle el detalle antes de ponerme a estudiar. Bueno, al menos habrá algo
que me anime a estudiar.
*Narra Michelle*
He estado estudiando todo el mediodía,
lo que pasa es que casi me duermo y paré para relajarme un poco, así que fui a
probar un paquete de mis deliciosas galletas Oreo que mi madre compró
especialmente para mí.
Estoy hablando de que ya son las cinco
y media y que necesitaba urgentemente tumbarme en el sofá y ver un poco la
tele.
…
Descubrí que soy muy necesitaba en
esta vida. Solamente había estado dormida alrededor de una hora y mi móvil se
encontraba lleno de mensajes y llamadas. Mi padre, que no se encontraba en casa
me preguntaba si he estudiado mucho, que si puedo dejar unos apuntes a un
compañero, qué deberes había por el grupo de clase. Todo a última hora. Sophie
decía junto con Sheila en nuestro grupo que necesitaba urgentemente contar lo
que le ocurrió ayer, me llamó, al igual que mi padre, Emily y Niall. ¿Niall? Me
entró la curiosidad, así que le llamé yo.
*Conversación telefónica*
-¡Por fin contestas! Te he llamado un
par de veces y no lo coges.
-Estaba durmiendo. Solo quería saber
por qué has insistido en llamarme. ¿Algo malo?
-Qué va. Nos han dejado un minuto de
descanso y hemos dado un paseo. Me he acordado de ti al ver un Nando’s. He
reservado para el viernes, ya tienes cita para comer. Te recojo al salir del
instituto, lo tengo todo controlado. Ups, lo siento Michelle, tengo que colgar.
¡Adiós, guapa!
*Fin de la conversación telefónica*
Tengo derecho a hablar, sin embargo,
no me deja. Desde cuando era una cita, y desde cuando se despedía de esa forma.
Definitivamente, este chico cada día es más raro. Ahora estaba nerviosa solo de
pensar que era una cita y lo que podría suceder.
*Narra Alexia*
Es muy injusto que un domingo mi amiga
y yo tengamos que estar trabajando, pero es lo que hay. Para compensar, me he
pasado parte de la mañana estudiando hasta que comenzaron a dolerme los ojos.
Como de costumbre, soy la primera en
llegar al Starbucks, ya que es raro que Emily sea puntual. Aunque tampoco soy
la única aquí, podría entretenerme sin ella. Mira, ahí entra por la puerta.
Tiene una sonrisa reluciente. Creo que habla por teléfono. Cuelga exactamente
cuando se para delante de mí.
-¡Hola Emily!-Exclamé abrazándola
inesperadamente.-Dos cositas: estás preciosa hasta con uniforme. Y llegas
tarde, cariño.
-Lo primero: ¿bromeas? Preciosa tú. Si
vengo empapada. ¿No ves que está diluviando? Lo segundo: me decepciona que a
estas alturas continúes reprochando, mi amor.
-Seguro que si hubieras quedado con
Zayn estarías presente cinco minutos antes de la hora prevista. ¿Me equivoco?-Pensó
durante un par de segundos:
-Eres muy lista.-Y rió débilmente.
-¡¿Acabas de hablar con él verdad!?
¡¿Qué te ha dicho, qué te ha dicho!?
-Chss, no lo chilles.
-No has respondido.
-Como eres tan lista, te dejo que te
comas la cabeza tú solita.
Eso finalizó la charla. Cada una nos
pusimos a nuestros puestos.
En cuanto a Emily, tiene mucha suerte
de tener un novio así, y yo estoy muy contenta por ella. A mí también me
gustaría una historia similar a la de ella. De esas en las que hay que ocultar
tu amor al lado de esa persona especial, de verse a escondidas, de tener
muchísimas ganas de encontrártela y unirse en un beso durante toda la
eternidad… Sobretodo, tener alguna razón por la sinceramente sacar una gran
sonrisa en el día a día. Creo que he leído demasiados libros juveniles en estos
meses.
Regresé de la fantasía y continué con
mi trabajo.
Mientras limpiaba me di cuenta de que
unas chicas menores que yo habían empezado a gritar. Eso me desconcentraba y
llamaban la atención al resto de los clientes. Me acerqué disimuladamente, no
soy tan abierta como para preguntar a unas desconocidas de qué se reían.
Y no me extraña que griten, en esas
fotos los chicos salían guapísimos. Parece ser que leían un artículo de “Veinte
cosas que no sabías sobre One Direction” de las que toda fan sabe.
-¡Aghhhh! ¡Miradles qué guapos son!
-Mirad a Niall, me dan ganas de ir a
secuestrarle para que fuese mi pertenencia.-Vociferó otra distintas. Ilusas.
-¿Habéis visto bien a Harry? ¡Qué
sexy, por favor!-Exclamó una tercera.
-Me pido encargada de raptarle.
-¡No! ¡Es mío!
-¡Já, mío y solo mío!-Protestaron
todas al mismo tiempo.
Menos mal que mis risas no se oían a
la otra punta del local porque si no… En el fondo me entraban ganas de
gritarles que es mío, no sabría si para seguir la pelea o por creer que puede
ser cierto.
-¡Alex! ¡Acabo de ver a Will entrar!
-¡Cállate, idiota!-Eso hizo que las
chicas y los demás se girasen.-Me han tomado por loca por tu culpa.-Susurré
cuando me agarró del brazo.-¡¿Dónde vamos?!
-Tú a hablar con él, yo a atender
clientes.
-De eso nada, se hará ilusiones.
-Pues tendrás que zanjar el asunto,
¿no?
-No me siento preparada.
-Ya verás cómo sí.
Bajamos a la primera planta y Will se
encontraba con un Frappuccino leyendo un libro. Él se percató de que me aproximaba
a su mesa y se levantó a darme un beso en la mejilla.
-¿Qué tal estás?-Muchos adjetivos se
me venían a la mente.
-Pues… bien.-Me senté en la silla de
enfrente.
-Me alegro. ¿Ya has pensado lo de…?
-Will, quiero que lo que te voy a
contar sea rápido, así que te callas, que no es fácil. A ver, no voy a quedar
contigo. No estoy interesado en ti, nunca lo estaré. Quiero que te marches y
que te olvides de mí porque conmigo no tienes nunca posibilidad. Lo siento
mucho.-Estuvo meditando un rato.
-Te engañas, tus amigas te engañan, o
ese Harry… ¿es él no es cierto?
-No, es mi decisión.
-Yo noto que te gusto, no hagas caso a
lo que la gente diga.
En ese instante paró para darme el
beso más frío que he recibido en toda mi vida. No podría llamarle beso, no
transmitió sentimientos. Ni siquiera cerramos los ojos como se suele hacer, nos
mirábamos fijamente.
Me aparté súbitamente seguido de un
empujón. No me cabía en la cabeza lo que ha sucedido.
Observé por todas partes por si
alguien hacía presenciado la escena. De pronto, la ventana del local se
encontraba la última persona que no tendría que haber acontecido el beso. Puede
que estuviera abrigado hasta arriba, pero su expresión le delataba, estaba
desconcertado aunque decepcionado, al igual que yo. Y sin que lo notase, se
fue.
-Harry…-Dije para mis adentros. Corrí
hacia la puerta y no caí en el inconveniente de que llovía a mares.-¡Emily!-Grité
corriendo al mostrador.-¡Mi abrigo!
-¿Qué ha pasado?
-¡Gracias!
Ahora sí estaba preparada para salir.
No se distinguía absolutamente nada, incluso me choqué con uno que montaba en
bici. No quedaba rastro de él, se había disipado. ¡Vaya mierda! ¿Por qué
justamente hoy? Era la persona menos indicada para ver eso y ha tenido que
aparecer por arte de magia. Espero que entienda que sol ha sido un roce de labios
sin más complicaciones. Me imagino a él maquinando en un plan, para quitar a
Will de mi vida. Es algo complicado. Will. Seguramente haya huido el muy
cobarde, y eso que se supone que le atraía tanto… No puede irse por las buenas,
le dejaré las cosas claras.
Volví al Starbucks, Will seguía en el
mismo sitio. Pero al entrar había una persona que no estaba cuando yo empecé a
correr, y es que yo a esa persona la conozco perfectamente. Aunque vamos a la
pregunta importante, ¿qué hace aquí?
Hola, hola!!
ResponderEliminarPerdon por no comentar antes pero es que los profesores creo que me odian.
Bueno, hoy voy por partes. Liam es tan mono con Sheila que... kanfowendqwo. Dios, yo quiero un novio asi jajaja. Que maquina Niall. Asi se consigue una cita y el resto son tonterias jajajaj. ¿Y Will es tonto o que le pasa? ¿No ve que no le gusta a Alex? Si yo fuera Hazza le daria un puñetazo. Y quiero saber quien es esa personaaaa.
Bueno, solo me queda decirte que quiero el siguiente YA! okno.
Un beso <3
PD: Story OF My Life es la cosa mas adorabilis del mundo.
Holis!
EliminarNo importa, los míos me torturan a exámenes.
Me parece bien. ¿Y quién no quiere un novio así? Jajaja Liam es súpermono y Niall... bueno ahí ha sido más listo que Michelle. Uooo no quiero agresiones en mi blog jaja solo te diga que ese no causará más problemas. Y tendrás que esperar al siguiente para saber esa persona misteriosa.
Haré lo que pueda :)
Otroo<3
PD: Sabía que lo dirías jaja es imposible negarlo.
Ufff *suspiro y me quito las lagrimas* Story of my life perfectisima no lo siguiente como tu fic, espero leer pronto el proximo, y te mando todo mi apoyo en cuanto a las ganas de escribir y toso eso, a mi me da la misma pereza jajajaja
ResponderEliminarBesos:)
Estoy totalmente de acuerdo con SOML, pero no exageres con mi blog.
EliminarIntentaré subir prontito y muchas gracias por tu apoyo, se ve que me comprendes ;D
Otro para ti<3