*Narra Emily*
Martes. No era un día muy
bonito, estaba lloviendo, como siempre. Aunque los martes eran mejores que los
lunes.
Comencé a hacer mi rutina de
todos los días. Me levanté, me vestí, desayuné y me fui a mi instituto. Llegué
unos minutos tarde, otra vez, pero no era mi culpa, la tenían mis padres por
haber cogido una casa más o menos lejos de donde realizaba mis estudios.
Después de unas seis horas de
clases, sonó el timbre de todos los días que indicaba que podía ser libre por
fin.
Salí por la puerta de mi
clase y caminé hacia la salida del insti. Tan distraída iba mirando apuntes de
biología que un grupo de chicas chocaron conmigo. Me dijeron que fuera con más
cuidado; yo en cambio, les mandé a la mierda y les dije que lo próxima no
fueran gritando por los pasillos, eran insoportables. Continué caminando pero
al dar mi primer paso pisé una cosa cuadrada. Era una pequeña carpeta, debería
de ser de alguna de esas chicas de antes, y me dicen a mí que tenga cuidado. En lo que
era la parte de arriba de la carpetas había un montón de imágenes de cinco
chicos. Como no, One Direction, grupo favorito de dos de mis cuatro amigas.
Eran todos bastante guapos. Me fijé en uno en concreto, pelo negro azabache con
un mechón rubio en la parte de delante, ojos marrones y llevaba una chaqueta de
cuero. Tenía una sonrisa muy graciosa y que me sonaba de haberla visto antes, y
no en una foto. Lo que pasaba es que no podía recordar debido a mi mala memoria.
Abrí la carpeta para ver el contenido y me encontré con la vida antera, cuando
digo entera es entera, de cada uno de los cinco integrantes de la banda. Decidí
ser mala por hoy y llevarme la carpeta a mi casa.
Para mi suerte, había parado
de llover, no por mucho tiempo, pero así caminaría hasta mi casa en vez de
pagar a un taxi. Tardé unos veinte minutos. Cuando entré mi madre y mis
hermanos me estaban esperando para comer, mi padre seguro que estaría
trabajando todavía, no llegaría hasta tarde.
Terminé de comer lo antes
posible y empecé a subir las escaleras de mi casa, pero mi madre me agarró del
brazo y me recordó que tenía que lavar los platos, según ella mis hermanos no
tenían edad para hacerlo ellos mismos o también ponía una excusa como que podían
romper algo.
Hice mi tarea y al terminar
me dirigí a mi habitación. Me puse a hacer los deberes. Saqué los libros
necesarios y vi que todavía tenía la carpeta que había “cogido prestada”. Los
deberes podían esperar, cogí la carpeta y me puse a leer la biografía de los
cinco chicos. Primero de Harry, luego Liam, Niall, Louis y… Zayn. De este
último leí con más atención.
“Lugar de nacimiento:
Bradford, Reino Unido”. Cuando leí eso se me pusieron los ojos como platos. ¡Yo
me crié allí mis primeros ocho añitos! Esto se ponía muy interesante.
“Estudios:
Fields Primary School y Tong High School. ¡Hostias! Yo estuve en su primer colegio. Qué
fuerte. ¡He conocido a Zayn Malik! La
pena es que no me acuerdo. Seguí leyendo sobre él: su cumple es el 12 de enero,
tiene una obsesión por los espejos, no sabe nadar, acaba de dejar su relación
con Perrie Edwards y mucho más.
Esperad un momento, ¿y si él
era mi chico misterioso? Eso era muy poco probable, pero por qué no. Y justo en
la siguiente página tenía la respuesta a mi pregunta. Había muchas fotos de
todos ellos y además también de cuando eran pequeños. Ahí estaba el punto final
de mis sospechas. Salía él cuando era pequeño, creo que era una foto de esas
que sacaban en el colegio, estaba con la cabeza apoyada en sus brazos, y estos
apoyados sobre una mesa. Se le veía muy feliz. ¡Qué monada! Era la misma que me
hicieron hace unos años.
Me senté en mi casa orgullosa
por lo que acababa de descubrir, pero ese momento duró poco tiempo. Miré mi
reloj y ya marcaban algo más de los 5, así que fui rápidamente a prepararme
para ir a trabajar.
*Narra Alexia*
Llegué puntual al Starbucks
donde trabajaba. Para mi sorpresa, Emily llegó al mismo tiempo que yo.
-Pero bueno bueno. ¿A quién
tenemos aquí a estas horas de la tarde?-Pregunté con una sonrisa pícara.
-Que boba que está mi amiga
hoy, ¿no?-Siguió con la broma aunque un poco molesta. Rió.-La verdad es que no
lo sé, habré dormido menos hoy durante mi siesta.
-Si tú no duermes a estas
horas. Da igual, así no te despiden, vamos a entrar.-Abrí la puerta para que
pasase ella y luego pasé yo.
La cafetería estaba un poco
más vacía que ayer, ya llegaría la gente. Nos pusimos en nuestros puestos,
Emily en la caja y yo a limpiar mesas. Subí hacia la segunda planta, como hago
siempre desde que trabajo aquí. Había unas cuantas mesas sin ocupantes y me
puse a limpiarlas. Me acerqué a una de ellas y cuando giré mi cabeza hacia mi
derecha vi a una persona que aunque tuviera unas gafas puestas, se reconocía a
tres kilómetros de distancia.
-Hola.- Saludé con una
sonrisa mientras recogía la mesa de al lado.
-Hola Alex.-Me respondió. Me
gusta cómo me había llamado.- ¿Qué haces aquí tú solo?-Pregunté.
-Bueno, tenía un tiempo libre
y he decidido aprovecharlo.-Se quitó las gafas.
-¿Y no lo aprovechas con los
demás?-Quería que confesara. Fijo que estaba mintiendo.
- Emm, los chicos estarán
haciendo sus cosas en otra parte.-Se inventó. Se le notaba nervioso.- ¿Qué
cosas están haciendo?-Terminé de limpiar la mesa y me dirigí a él.
-¿Alguna vez te han dicho que
eres una cotilla?-Intentó cambiar de tema.
-Muchas, creo que se ha
vuelto un alago para mi.-Le hice una de mis famosas sonrisas pícaras.
-¡Alexia! Dave me ha dicho
que me tome un descanso, he venido a ver como ibas.-Escuché la voz de mi amiga
dirigirse hacia mi.-oh… ¡hola!-Le dedicó un gesto con la mano a mi compañero.
-Hola, eh…
-Emily.-Contestó antes de que
yo pudiera hacerlo.-Oye Alex, ¿por qué no nos presentas?-Ahora fue ella le que
me dedicó una de las sonrisas más pícaras.
-Claro. Harry esta es mi
mejor amiga Emily. Emily, este es Harry, ya habrás oído hablar de él.-Me estaba
empezando a ponerme nerviosa, era un momento muy incómodo.
-Por supuesto que he oído
hablar de él, no paras de mencionármelo.-Harry soltó una carcajada al oír eso
mientras que yo le solté una mirada asesina a Emily.
- Me tengo que ir chicas. Un
placer Emily. ¡Adiós!-Se levantó de su silla, se puso sus gafas y nos dio dos
besos a cada una. Se fue por la puerta trasera, como ayer, pero debe de ser que
recordó algo y se paró en seco.-Emm… ¿Por qué no me dais vuestros números para
así mantenernos en contacto?
-Por supuesto.-Contestó Emily
antes que yo.
Nos intercambiamos los
números de teléfono y ahora sí que salió del Starbucks.
Después de eso, mi amiga y yo
seguimos trabajando, yo algo más relajada que antes. Al terminar eran ya las 8
y media, teníamos que darnos prisa para ir al centro comercial a comprar algo
para la madre de Sophie, mañana era su cumple.
*Narra Zayn*
Habíamos quedado todos en
casa de Liam; ya que teníamos más tiempo libre al haber sacado a la venta
nuestro nuevo álbum. Estábamos viendo Toy Story, ya os estaréis imaginando a
Liam llorando en el final, y llaman a la puerta. Louis abre la puerta y nos
encontramos a nuestro Hazza más feliz que nunca dando brincos de alegría.
-Tengo su número, tengo su
número(8).-Cantaba por todo el salón.
-Oinns, nuestros rizos se ha
enamorado.-Dijo Louis acercándose a la mesa donde se había sentado Harry. Los
demás y yo hicimos lo mismo.
-Ves Harry, es cuestión de
hacernos caso, gracias a nosotros tienes el número de tu amada.- Intervino
Niall cogiendo el bol de palomitas que nos habíamos dejado en el sofá.
-En realidad también me ayudó
su amiga, hizo que se pusiera más nerviosa Alexia que yo.
-¿Y también es amiga de
Sheila?-Preguntó Liam que se le había pasado ya el lloriqueo.
-Supongo que sí.-Contestó
Harry.
-¿Otro más que ha picado en
el anzuelo?-Esta vez pregunté yo. Todos rieron por mi comentario. Miré el
teléfono de Harry que estaba sobre la mesa, vi que no tenía uno sino dos
contactos nuevos.
-¿Quién es Emily?-Pregunté
extrañado. Puede que sea la misma Emily que estoy pensando yo ahora mismo.
-Pues es la amiga de la que
estábamos hablando hace nada.-Me contestó Harry.- ¿Por?
-¿Eh? Ah… no, era solo por
curiosidad.-Creo que mi respuesta no fue muy convincente.
-Puf, aquí la gente va
cayendo como moscas.-Se decepcionó Louis. Esta vez solo a Niall se le escapó
una risilla.