martes, 31 de diciembre de 2013

CAPÍTULO 38


*Narra Harry*

 

Pues sí que está preciosa, no miento, más de lo que me había figurado.

-Gra-gracias. Muchas gracias por el vestido, es… maravilloso.

-Como tú. Por eso te sienta tan bien.-Es imposible que no se sonrojase en este instante.

-Tengo que agradecértelo de alguna forma.

-Con que salgamos ya, me vale.

-Está bien.

Bajamos las escaleras. Me extrañaba que estuviese sola un sábado por la tarde, pero descubrí cómo había pegado una nota en la nevera.

-Listo. Podemos irnos.

Se puso un abrigo negro al igual que su bolso y cerró. Le abrí la puerta como un caballero y ella accedió. Cuando yo también entré, arranqué el coche y comenzó a sonar música que Alex no tardó en tararear.

Además, había estado nevando todo el día y la nieve había cuajado. Y con tanto regalo hemos derrochado una hora.

-¿Dónde vamos?

-Aguarda un poco, impaciente.

 

*Narra Michelle*

 

-Y…

-¡Y le besaste!-Interrumpió mi amiga Sophie.

-Que te calles y me dejes contártelo.

-Es que tu historia es fascinante. Quién iba a imaginar que tú y Niall…

-¡Pero si no ha sucedido nada todavía!

-Bueno, tú sigue.

 

~Flashback~

-Buenos días cariño. ¿Qué tal has dormido? No tenías la luz encendida esta noche.-Mi madre y sus preguntas para espabilarme completamente por la mañana.

-Buenos días mamá. La luz la apagó Niall.-Me destapé y me restregué los ojos. Había olvidado que Niall dormía plácidamente en la habitación de al lado.

-¿Ah sí? Tuvo que ser cuando se fue a acostar. Hablando de Niall, ¿puedes despertarle tú? Tengo que cambiar las sábanas.-Asentí a regañadientes.

¿La mato ahora o después? En el buen sentido. Es más tiquismiquis que mis amigas, pero hay que obedecerla y siempre gana.

Me levanté de la cama y me dirigí al cuarto de invitados. Todo estaba muy oscuro, así que decidí subir las persianas. Le observé durante unos segundos. No quería despertarle, tiene una carita de cinco años al dormir que no me había percatado antes. Qué idiota, nunca le habías visto dormir.

Niall se retorció entre las sábanas. Creo que ya estaba listo para levantarse.

-Buenos días, Niall. ¿Has descansado?-Eso hizo que mirase a su alrededor, ya que no entendía dónde se encontraba. Su contemplación terminó en mí. Me dedicó una sonrisa, la más reluciente de todas. Se acomodó acabando sentado apoyado contra la pared. Yo me quedé impresionada por su torso desnudo.

-Estupendamente. ¿Y tú?

-Bien. Mi madre…

-Ya me visto, dame un minuto.

-Vale…-Me he paralizado, otra vez. No puede volver a ocurrir. A mí esto solo me pasaba con Jake y era una sensación indescriptible, al igual que ahora.

-Michelle.

-¿Sí?

-Me… me puedes coger los pantalones, están en esa silla.-Ya no sabía si reír o morir de la vergüenza. Era más una afirmación que una pregunta, aunque prefiero hacer el favor a verle en bóxers, no estaba preparada para esa imagen.

-Toma.

-Gracias.-Cerré la puerta inmediatamente.

En la cocina la familia entera esperaba el desayuno que preparaba mi madre. Al parecer eran unos ricos huevos con bacón que no durarían mucho en mi plato. Ya tenía mi vaso de leche sobre la mesa, así que comencé a beber.

-Que aproveche.

-Hey, no te escapes. Chicos, haced un hueco a Niall.

-Lo siento, Helen. No me gusta estar en deuda con nadie.

-Venga, hay comida de más.-Se acomodó en sitio y espero su desayuno. Parecía inseguro, pero yo misma le pedí con mi mirada convincente que no se preocupe.

Al terminar, recogí los platos.

-Hija, tienes que sacar a Luke, ayer no tuviste tiempo.-Refunfuñé por lo bajo. Mi perro es muy listo y es capaz de hacer sus necesidades, aunque no podía dejarle solo.

-Yo te acompaño, debería marcharme.-No veía la ocasión en la que Niall y yo nos tuviésemos que separarnos en el día de hoy.

-Claro.-Se despidió de mis padres y mis hermanos y gratificó la hospitalidad. Me siguió hasta la caseta de Luke, al que le enganché la correa. Los tres iniciamos un paseo silencioso, salvo por los ladridos de mi perro o sus olisqueos. No era un silencio incómodo, ni mucho menos, era agradable y confortable.

-Tus padres son muy simpáticos.

-Y tanto.

-Enserio, ha sido un placer conocerlos.

-Están deseando que vuelvas a pisar la casa. Cogen mucho cariño a la gente.

-En ese caso, tendrías que conocer a mi madre.

-Seguro que es tan amable como tú.-Ese comentario sobraba.

-Si quieres te llevo conmigo a Mullingar te presento a mi familia.- ¿Qué? No, no, no y no. No era mi intención llegar a ese punto.

De pronto, Luke empezó a correr. Lo que faltaba. Intenté tirar de él y frenarle. Tenía más fuerza de lo que yo pensaba. Había divisado un gato en la acera de delante y Niall me alcanzó aunque no conseguía pararlo. Entonces Luke se detuvo en seco. Se puso a dar tantas vueltas que todo pasó muy deprisa y mis labios ya se encontraban de nuevo junto los suyos. Intenté apartarme pero me agarró por la cintura y le devolví el beso, un beso cargado de sentimientos, los que necesitaba para descubrir lo que de verdad sentía por él. Descanse mis manos sobre sus hombros. Nuestras lenguas jugueteaban y encajaban como un puzle hasta el momento en el que me faltaba el aire y tuve que separarme. No me atrevía a mirarme, tampoco quería ver lo colorada que estaba mi cara; así que miré a Luke, que movía la cola alegre. “¿Cuántas galletas te ha dado mamá para que hagas esto?”. Efectivamente, este perro es listo.

Una cancioncilla casi inaudible me desconcentró.

-No es mío.-Indicó Niall.

-Es mío.-Me toqué el abrigo y di con el bolsillo donde se encontraba el móvil. Era Sophie, Niall también lo leyó.

-Supongo que de lo que vayáis a hablar no me incumbe. Adiós, Michelle.-Acarició a Luke, pero esta vez fui yo lo que se adelantó sin importarle que alguien nos saque una foto, aunque la calle estaba desierta. Solo fue un roce de labios, lo suficiente para que se marchase contento, con una sonrisa de oreja a oreja que no se borraría durante el resto del día.

~Fin del flashback~

 

-Y luego cogí tu llamada. Fin.

-¿Nada más? ¿No me escondes nada?

-Absolutamente nada.-Luke se retiró a su caseta y yo introducí la llave en la cerradura.

-Osea que, os corté el rollo. ¡Qué mal! Andabas desaparecida y se me ocurrió llamarte.

-Da igual. Como insistías tanto en que te lo contará…-Dejé sin acabar la frase.

-Me has recordado que te tengo que contar lo de Louis.

 

*Narra Sophie*

 

-¿Y a qué estás esperando?-Le relaté lo sucedido la semana anterior, con pelos y señales.

-¡Lo sabía, lo sabía y lo sabía! Pobre Louis, menos mal que termina bien.

-Si te pones histérica en la primera parte, tienes que escuchar la segunda.-Es una compensación al enterarse la última de este asunto por no conectarse ayer al Skype.

-Soy toda oídos.

-Ponte cómoda.

En realidad, esto ha pasado esta mañana, así que nadie está informado todavía y no he hablado con las chicas antes, pero necesito desahogarme urgentemente y gritar a los cuatro vientos lo mucho que quería, al que a partir de ahora es, mi chico.
 
NOTA: ¿Os acordáis del plan b que habían planeado las chicas? (cap. 36 (creo)) Bien, pues probablemente tenga que esperar o simplemente no aparezca por razones que iréis viendo conforme subir más capítulos.
 
 
 
 
Helooooooooooooooooooooouues :') Espero que os haya gustado mucho este capítulo, sobretodo con el flashback. Poor cierto, este es el último capítulo del blog jaja y bueno que muchísimas gracias por los que seguís leyendo, los que no lo habéis abandonado, los que estáis comenzando a leer y por supuesto, a las personitas maravillosas que me comentan.
Intentaré subir de aquí a unos días.
No me alargo más que tengo muchas cosas que hacer jaja un besazo lectores y... ¡FELIZ AÑO NUEVO DE ADELANTO! Cuidado con las uvas:D
Nos vemos el año que viene<3.
 
 

jueves, 26 de diciembre de 2013

CAPÍTULO 37


*Narra Niall*


Todavía sigo sin creerme qué ha ocurrido. Vamos por partes. Ella me ha besado. Nunca me había imaginado tener el privilegio de besarla, es más, ni siquiera me había interesado en Michelle. Y vale, hay que admitir que ha sido corto, y cálido, dulce y entrañable. Me ha gustado, por supuesto que me ha gustado. ¿Le habrá gustado a ella? Ojalá, fue ella la que se adelantó, pero solo desorientó sus labios y acabaron en el lugar equivocado.

Pensaba que quería a Jake, se notaba lo que sentía. Me acuerdo el día en que la conocí, le dije que era un necio porque no se enteraba y que estaba perdiendo el tiempo. Sin embargo, se ha aprovechado totalmente de ella, y me cabrea. Se merece a una persona que le trate mejor y que se preocupe por ella. Yo, por ejemplo, tendría la oportunidad de ser esa persona. La haría más feliz que lo que ese chico a conseguido en estos años como amigo. Y debe de ser que por eso me ha dado ese impulso. Pasamos a la segunda parte. ¿Razones? Ninguna, no sé por qué volver a besarla. Necesitaba saborear de nuevo su boca, era una sensación muy bonita que me había marcado. Ahora solo Michelle aparece en mi mente. Jamás me doy cuenta de lo que hay delante de mis narices: su pelo rubio apagado tan fino y liso como un hilo de seda, esos ojos verdes cautivadores, un lunar sobre su ceja derecha, sus labios carnosos y vivos que construyen una sonrisa en las pocas veces que la hago sonreír y sus cambios de humor, puede ser alegre, loca, tímida, sensible y borde en un mismo día.

-No había visto esta película antes, aunque tienes un buen gusto, chaval.

-Sí que tiene buen gusto, cariño.-Añadió Helen guiñándome un ojo. ¿A qué viene ese gesto tan… cómplice? ¿Me lee el pensamiento? ¿Se hace una idea de mi falta de atención en estos minutos? ¿Es una especie de indirecta? En ocasiones, me estremece.

Pero es imposible no estremecerse, Helen tiene la cabeza apoyada en el hombro de su marido mientras él la rodea por la cintura y la abriga debido al frío. Aquellos pequeños detalles te llenan de satisfacción.

Algo me dice que sobro aquí.

-¿Puedo irme a la cama? Lo siento, estoy empezando a cerrar los ojos.-Se miran entre sí y a continuación la mujer responde:

-Claro, Niall. Sube las escaleras, la habitación de invitados se encuentra en la segunda puerta a la derecha. El baño está al fondo. Como si estuvieras en tu casa.

-Muchas gracias otra vez. Buenas noches y disfruten del final de la peli.

Seguí sus indicaciones y abrí la segunda puerta a mi derecha. Pero la primera también estaba entreabierta. Dentro Michelle dormía en su cama acurrucada entre las sábanas. Vaya, se ha olvidado apagar la lámpara de su mesilla. No ilumina mucho, lo suficiente para distinguir su rostro. ¿Entro? Me arriesgo. Soy sigiloso, ya he dado con el interruptor. Presiono la pieza hacia abajo y listo.

-¡AH!-Michelle enciende el aparato.-¡¿Qué haces en mi cuarto?!-Exclamó con un tono de voz débil.

-Es para no gastar electricidad.-Se restregó sus ojos, sus ojos verdes. Suspira.

-Tengo miedo a la oscuridad desde que era pequeña. Estoy acostumbrada a que mi madre siempre apague la luz, por eso me he sobresaltado.-No pasa nada, yo te protejo de lo que pueda pasar.

-No era mi intención desvelarte, perdón.

-No importa. Este no era uno de mis sueños favoritos.

-Espero que tengas más suerte ahora. Buenas noches. ¿Dejo la luz?

-No hace falta, hay que vencer nuestros temores. Buenas noches.-Volvió a acomodarse y tuve que cerrar la puerta.

Con que miedo a la oscuridad, la convierte en una chica más encantadora aún.

Me adentro en la habitación en la que pasaré unas cuantas horas. No contenía muchas cosas, es de invitados. Decido meterme en la cama en bóxers, aunque haga frío.

Mañana será otro día.

Seguramente Michelle sea la protagonista de mis sueños, así que no tardo en dormirme, porque algo se ha despertado en mi interior.


*Narra Harry*


Qué rápido transcurre la semana. Estamos a sábado y parece que fue hace media hora cuando me propuse que hoy lo haría, de verdad. Voy a dedicar todo el día en Alexia. No he sido capaz de atreverme, hasta hoy. Hoy es el día. Lo prometo.

Me he levantado pronto para comprobar las cosas, todo tiene que salir excelente. Primero, hay que ir a comprar un regalo. Tiene que ser algo útil, que se acuerde de mí siempre que lo use o al menos muy importante en esta cita. Creo que lo encontré: está justo en el escaparate de enfrente. Es perfecto para esta tarde.

Segundo, hay que llamar a Alex. Si se entera ahora, me quitaría un gran peso. Espero que lo coja, esta semana no he hablado con ella, había que preparar una cita y Alex era mi mayor distracción.


*Narra Alexia*


Al ser sábado, me he despertado excesivamente tarde, así que me encontraba desayunando cereales, comida ligera. Repentinamente suena mi móvil en la encimera… ¡Es Harry! Casi me atraganto. Oh, sí, no me confundo. Qué oportuno. ¿Descuelgo? Él no lo ha hecho en los últimos días. El nombre desaparece de la pantalla. ¿Harry llamándome un sábado por la mañana? ¿Y aparece por arte de magia así como así? Increíble.


Llama por segunda vez. Alex, ármate de valor.

*Conversación telefónica*

-Hola, Harry.

-Hola guapa. Una preguntita, ¿estás libre está tarde?-Lo del enfado ha desaparecido totalmente.

-Para el carro. No me vas a contar por qué no he sabido nada de ti, por qué no me cogías las llamadas o por qué no podía buscarte, ¿eh?

-Emm… tú solo responde y te lo explicaré.

-Pues sí estoy libre.-Le interrumpí.-Pero eso no significa que apruebe tu propuesta.-Ha hecho una mueca de desgracia. Venga, Alex, no le tortures de esa forma.

-Por favor… siento mucho haber estado incomunicado… es por una buena razón.-“Tienes unas ganas tremendas de aceptar.”-Sigues debiéndome una cita.-Después de todo, ¿qué puede empeorar dentro de unas horas que no haya sucedido en otras ocasiones?

-En ese caso, vale.

-Gracias, no te decepcionaré.-Solo supe reírme.-Te recojo a las seis. Ah, no te vistas hasta que llegue.

-¿Cómo?

-Es decir, que no te arregles hasta que vaya a tu casa.

-De acuerdo.

-Alex.

-Dime.

-¿Me das la dirección de tu casa?-Qué tonta soy. Se la dicté inmediatamente y él lo apuntó en un papel.-¡Hasta luego!

-Hasta luego, Harry.

*Fin de la conversación telefónica*

Es un alivio soltar el móvil. Voy a continuar desayunando. Por fin voy a ver a Harry. Ilusionada no es la palabra, pero lo necesito para aclarar el tema de Will.

-Alexia, ¿ya has terminado?-Mierda, mi madre. Me he olvidado de ella, es un inconveniente si Harry pretende entrar en casa. ¿Qué habrá organizado este chico?

-Sí.

-Trae, ya lo coloco yo.

*Narra Harry*

Tercero, necesito ir al supermercado.

Me apetecía saltar, lo que ocurre es que soy famoso y la gente me reconoce por la calle, aunque no paraba de sonreír.

Compré lo imprescindible y yo creo que ya lo tenía todo preparado. Regresé a mi apartamento y me eché una siesta que no dio resultado, ya que estaba realmente nervioso. Aún quedaba una hora. Cogí mis cosas. Puse en marcha el coche cuando recordé el regalo. Tuve que volver y cogerlo. Retomé el camino y llegué a la casa. Ya quedaba alrededor de media hora. Decidí escuchar la radio y entretenerme, hasta las seis. Debería salir ya, ¿no? Toco el timbre y aguardo a que la puerta se habrá.

*Narra Alexia*
Ya ha llegado, es muy puntual. Menos mal que mi madre está durmiendo, hay que procurar hacer el menor ruido posible. Más tarde le escribiré una nota de que me iba. Le abrí la puerta.
-¡Hola, Harry! Corre, entra.-Se pasa un buen rato observando la decoración del salón.
-Esto es para ti.
-Oh, muchas gracias. Voy a cambiarme.
Subí a mi cuarto y me encerré en él. Destrocé el envoltorio del regalo rápidamente. Dios mío, ¡qué vestido más bonito! Es blanco de manga larga, aunque estas son transparentes decoradas por rosas blancas hasta el pecho. Tiene un cinturón blanco y de ahí cae un vuelo sencillo que llega a mis rodillas. Ha costado mucho dinero, es de palabra de honor. Seguro que quiere que me vista con esto. Me pongo unas medias transparentes también. Me maquillo lo mínimo: la raya en los ojos, rímel, un poco de colorete y un brillo de labios rosa clarito. Aunque moleste, me calzo con unos tacones no muy altos. Y por último: me cepillo y con mucho esfuerzo hago una trenza que se desliza por uno de mis hombros dejando unos mechones de pelo sueltos.
-¡Wow! Estás preciosa.
Vas happeeeeeeeeenin' lectores? ¡Feliz Navidad!  Espero que lo estéis pasando fenomenal y os hayan regalado algo. Eh aquí el capítulo 37, espero que os haya gustado. Intentaré subir lo antes posible.
Muchas graciaaaaaas por leer y por favor, no estaría nada mal escribir un comentario para alegrarme.
Nos vemos en el siguiente cap. ¡Besitooooooooos!
PD: Felicidades atrasadas desde el blog a nuestro Boo Bear, que se nos hace mayor, pero sus tonterías nunca cambiarán. También que le queremos mucho y estamos orgullosos de los chicos:)
Adiooos<3.

domingo, 22 de diciembre de 2013

CAPÍTULO 36


*Narra Michelle*

 

Oh no, ¿le he besado? ¡Le he besado! Esto no puede estar sucediendo. Solo han sido unos segundos, o milisegundos. Estoy paralizada sin reaccionar. Pero Niall sí reacciona, acercando más su cara a mí. ¿Qué pretende? Quiero apartarme, y a la vez no. Ya no hay tiempo, me dejaré llevar porque mi mente está en blanco.

-¡Niall, me parece que no te vas! Han cortado las carreteras debido a la nieve.-Puf. Gracias, papá.

-No se preocupe, puedo dar un paseo.

-¿Con este frío? Venga, no es ninguna molestia que te quedes a dormir incluso.-¿A dormir? Vamos empeorando.-¿A qué no, Michelle?

-Claro que no.-Le miré y le sonreí, se nota que es algo falsa.

Qué he hecho. Ahora no seré capaz de dirigirle la palabra en toda la noche. Pero no debería preocuparme, no ha sido ni un beso, aunque ha hecho que me estremeciera y que me diese un escalofrío. Tampoco sé lo que significó para él o si sintió algo. ¿Y qué siento yo? Pues eso no lo sé, mi cabeza está bloqueada.

Mejor hacer que si nada hubiera pasado, no es fácil, no voy a parar de pensar en ello. Y mis padres, ¿lo habrán visto? Voy a rezar para que la respuesta sea no.

-Hija, ayúdame a recoger las cosas. No te quedes ahí parada que está nevando.

Cerró la puerta por mí y tuve que ir al salón, donde mi padre hablaba animadamente con Niall. Definitivamente, voy a ignorar el tema al igual que él.

Recogí la bandeja con cuidado, mi equilibrio es un desastre. Lo llevé a cocina hacia mi madre, que estaba lavando los platos.

-Me encanta Niall, no me extraña que sea famoso con lo bien que canta.-Dijo mi madre mientras colocaba los vasos.

No se calla, es tan conversadora que te llega a aburrir. Pero en el fondo yo la quiero mucho.

-Ya, canta muy bien.

-¿Y no tiene novia con lo guapo que es?

-No.-Le doy los platos y noto que me mira coqueta e inocente.-¿Qué pasa?

-Eres mi hija. ¡A mí no me engañas!

-¿En qué te engaño?

-Venga, Michelle, he visto cómo te mira cada vez que caminas delante de él. Tengo que admitir que lo hace con disimulo, pero yo nunca me confundo.

-¿Niall?

-¡¿Quién va a ser si no?!-Me sonrojo automáticamente.

-No es verdad lo que piensas, mire de la forma en la que me mire.

-Soy tu madre, puedes confiar en mí.

-Créeme que te lo contaría.-Vuelvo a sonreír aunque no me esté gustando la conversación.

-Vale, respeto tus cosas.-Y continúa con su tarea, más desilusionada. Seguro porque se había alegrado de que Niall fuese mi novio… ¿Os lo figuráis?

-Mamá, ¿tú crees que puede ser cierto?

-Por supuesto. Qué tal si sales de dudas.-En cierto modo, la persona que más me comprende es mi madre, y de ella puedo sacar la información necesaria.

Eso hizo que estuviera hecha un lió. Tenía que plantearme urgentemente lo que hacer con este “problema”, y es imposible razonar con él en la misma habitación.

-Eh, Michelle. Siéntate con nosotros a ver esta película. La ha elegido Niall, espero que esté bien.

-Estoy muy cansada. Me apetece ir a dormir, lo siento.

- Si es temprano. Además, mañana es sábado.

-Déjala. Vete a la cama, cariño.

-Gracias…

- Buenas noches, Michelle. Descansa.-Ay, ¡qué adorable! Ahora no podré concentrarme con esa frase.

-Buenas noches a todos.

Subí a mi cuarto y me puse el pijama. Encima le tocará dormir en la habitación de invitados, que está justamente al lado de la mía. Tampoco voy a obligarle a dormir en el sofá.

Les oía reírse todo el rato, así que me han despertado y no paraba de moverme. Será preferible dormirse y relajarse.

 

*Narra Alexia*

 

Después de llegar a casa de trabajar en el Starbucks me desplomé en la cama. Mi padre llevaba ya una semana en Londres y todavía no he averiguado qué hace aquí. Menos mal que está en el hotel, no quiere causar problemas ni a mí ni a mi madre, que tampoco sabe nada. Y como mi padre no es rico, tendrá que volver pronto a Cambridge y yo me enteraré de todo. En esta semana no he pasado mucho tiempo con él, pero ha venido cuando he tenido que estudiar, ya que es profesor.

También hace exactamente cinco días que Harry andaba desaparecido, en mi opinión. Debe de estar muy enfadado, no me coge las llamadas. Supongo que estará ocupado, van a sacar su nuevo disco y tendrán que promocionarlo.

Algo me dice que está en alguna parte y que en cuanto menos lo espero aparecerá. De repente, una melodía pegadiza sonó desde mi ordenador. Una llamada por Skype. Corrí hacia el ordenador. Jo, no era Harry, eran las chicas. Me alegro de que fueran ellas, no estaba preparada para hablar con Harry.

-¡Holaaa!-Saludamos al unísono.

-¿Cómo estáis?

-Cansadas.-Contestamos todas. Risas.

-Bueno, ¿alguna sabe algo de Michelle?

-Hoy ha quedado con Niall.

-Pero yo habrá regresado a su casa.

-Pues no contesta al móvil.-Añade Sheila.

-Si no contesta a estas horas, tiene que estar pasándolo realmente bien.

-¡Pervertida!

-Entonces no podré contaros nada hasta que no llegue.

-Ohh… Sophie, no aguantamos más.

-Por fa…-Suplicamos a la vez.

-Os lo cuento.-Aceptó y las cuatro aplaudimos de euforia. Empezó a relatarnos su maravillosa historia con detalles incluidos, si es que eso son detalles para ella. Al acabar todas morimos de amor.-Pero no le digáis a Michelle que os lo he contado, que se enfada.

-¡A mí me igual! ¡Escucharía la historia hasta cinco veces seguidas!-Exclamé.

-Chicas, ¿os dais cuenta de lo que ha cambiado nuestra vida al conocerles?

-Y extraño que seamos nosotras cinco, ¿verdad?

Un minuto de silencio.

-Sin duda la mejor experiencia, no la cambiaría por nada.-Continuó Emily.

-Es como un sueño hecho realidad.

-Pero en este sueño nunca te despiertas.

-Lo dirás por ti, Emily, eres como una marmota.-Más risas.-Y lo del sueño lo mismo, tenéis los mejores novios del mundo.

-No te pongas triste, ya llegará tu turno.

-Boba, cállate.

Estuvimos un buen rato gastando la misma especie de broma reiteradamente. Inesperadamente sonó de nuevo una sintonía de un móvil.

-Es mío.-Contestó Sophie.-¡Es Louis!

-¡Contesta, ya!

-¿Si?-Bajó la pantalla de su portátil para no verla, pero podíamos oírla al igual que ella a nosotras soltar carcajadas.-Hola. ¿Qué tal estás? ¿Mucho trabajo? Sabes que ahora no puedo hacerte compañía. Ni se te ocurra, ya estás lo suficientemente cansado. Se te nota en la voz. Gracias. Anda, ve a descansar, piensa en mí. Así me gusta. Te doy un beso de buenas noches. Ad…

-¡Espera Sophie!-Esta subió la pantalla. Era una oportunidad.-Pregúntale que si sabe algo de Harry, por favor.

-No te vayas, dice Alex que si sabes algo de Harry.-Hace una pausa.-Dice que lleva unos días metido en casa, y nada de visitas, sobretodo tú, Alex. ¿Por qué?-Parecía interesarse ella misma.-Bueno, vale. Te dejo. ¡Adiós, mi amor!

A ninguna le importaba la forma en la que Sophie se había despedido. Se encuentran más distraídas en mi asusto.

-Pues me ha dejado como antes, o peor.

-Me ha dicho que es secreto, más bien, una sorpresa.

-¿Y cuánto tendré que esperar?

-No sé.

-Yo creo que poco, ya he tenido tiempo para establecerse.-Replicó Emily.

-Harry, sorpresa, dentro de poco. Seguro que te gustará.-Claro que me gustará.

*Narra Sheila*

 

Después de desgastar nuestra inteligencia en Alexia, la pobre tuvo que irse, ya que su madre entró por la puerta enfadada y el apagó el ordenador. Así que quedábamos tres.

-Tengo un plan B.

-¿Qué?

-Que tengo otra estrategia para que Harry y Alex terminen juntos. Si ellos no dan el paso ya, tendremos que hacerlo nosotras.

-¿Entonces, qué tienes entre manos, Emily?-Pregunté.

Tardó en explicar exactamente su idea, que no parecía muy complicada y, en el fondo, podría salir algo favorable. Era sencillo, pero antes se manipularían algunas cosas para que saliera a la perfección.

-Vale, solamente si terminan mal.

-Trato hecho.-Y asintieron las dos.
 
 
 
 
Helloooooooooooooooooues :') Estaréis pensando: ¿Estoy en otro blog? ¡No, es el mismo, a parte de que el cap. sigue la historia! Me dediqué en cambiarlo porque me aburría. ¿Os gusta? También espero que os haya gustado el capítulo. Como os dije, la semana pasada no subí, así que intentaré subir pronto.
¡Muchas gracias por leer!
Y felices fiestas, que lo paséis fenomenal. Nos vemos, besos<3

 

domingo, 8 de diciembre de 2013

CAPÍTULO 35


*Narra Niall*

 

¡Vaya! No me esperaba que esta tarde acabara tan ajetreada.

La madre de Michelle estaba en estado de shock, a lo mejor porque Michelle no habrá llevado a muchos chicos a su casa. Le dedico la mejor sonrisa de toda mi vida. Tengo que caerle bien si pretendo quedar de nuevo con Michelle.

-Mamá, ahora mismo entro. Cierra la puerta.

-No. Qué tal si nos presentas a tu nuevo amigo.-Se distinguían a sus hermanos en un peldaño de las escaleras reírse a más no poder.

-Hola. Soy Niall, Niall Horan. Encantado de conocerla.-Dije extendiéndole la mano. Michelle estaba perpleja, al igual que su madre. Esta me correspondió agradecida.

-¿Por qué no pasas y tomas algo, Niall?

-¡No! Ya hemos comido demasiado.

-Claro.-Asentí con la cabeza. Sé que Michelle me odiará durante los restos, pero qué mal me va a causar esto.

Dejé mi abrigo y demás en el perchero junto con lo de Michelle.

-Te voy a matar. Tendrías que haberte ido. La próxima vez no seas tan amable.-Me susurró, ya que nadie escuchaba.

-Tranquila, me las sé apañar yo solo.

-Eso espero. Si la cagas, no me volverás a ver pisar a acera contigo.

Exagera, lo tengo todo controlado. Michelle me manda ir al salón mientras ella habla con su madre en la cocina.

Cuando llego al salón dos chicos se encuentran viendo la tele, deben de ser los hermanos de Michelle.

-Hola, chicos.-No contestaron. Me senté en una esquina del sofá.

-¿Es verdad que eres el novio de Michelle?-Preguntó la chica, que suele ser la que se interesa más en los temas amorosos.

-No, así que dile a tu hermano que no mienta.-Respondió con risillas y un “te lo dije” a su hermano.

-Oye, yo te conozco.

-¿Si?

-Sí. Yo… te he visto en la tele. Con otros.

-Está en un grupo, tonta.-Interrumpió el chico.

-¡Qué no me llames así!-Esa frase supuso una guerra de cojines que tuve que parar y no quedar mal.

Me acomodé en el sofá y observé la habitación: estaba muy decorada y me sorprende que con estos dos bichos todo esté en orden. Me gustaba la tapicería al combinar distintos tonos de azul con blanco y marrón. Había muchos adornos porque la Navidad se acercaba pero lo que más destacaba eran las fotos. Me quedé mirando alguna, sobre todo las de Michelle. Sus hermanos me estuvieron explicando dónde y cuándo se tomaron cada una de las fotos hasta que apareció su hermana mayor y se callaron.

-Tengo que ducharme y cambiarme. Voy a tardar lo menos posible.

-Vale. Por cierto, ¿no le dijiste a tus padres que habías quedado conmigo?-Sacudió la cabeza culpable y por último puso una mirada asesina a ciertas personas.

Al cabo de un par de minutos apareció su madre con dos grandes tazas acompañadas de bombones y pastelillos que tenían muy buena pinta.

-Espero que te guste el chocolate caliente.-Depositó la bandeja en la mesilla y ocupó lugar enfrente de mí.

-¿A quién no?-La verdad, hace poco había tomado uno con Michelle y ya no me encontraba con hambre, aunque seguro que está delicioso. Y no me equivoco.

-Tu acento que dice que eres de irlandés, ¿no?

-Sí, hace mucho que no viajo…

-¿Enserio? ¡Mi hija no me cuenta nada nunca! Es un país precioso, estuvimos hace un mes por el trabajo de su padre y créeme que en ese tiempo vimos lo suficiente.

Estuvimos hablando de los lugares más bonitos de allí y de todo lo que experimentaron junto con anécdotas, añoraba mi tierra. Finalmente me di cuenta de que su madre era la mejor fuente de información que podría conseguir. Se llama Helen y es mucho más amable que cuando la vi abrir la puerta. Al dar mi primer bocado a uno de los pastelitos Michelle entró al salón con unas mallas oscuras y una sudadera holgada. Esa ropa le quedaba realmente sexy, aunque su madre también lo notó.

Se sentó en el sillón al lado de mí y continuamos hablando del mismo tema, más bien Helen y yo. Tendrías que ver en el este momento lo roja que estaba Michelle, no sé si por los comentarios que dice su madre a por su chocolate caliente. A veces asentía o se reía con nosotros, pero ese color no se iba de sus mejillas.

Más tarde apareció el padre de Michelle. El padre de Michelle. En este caso, el que está nervioso ahora soy yo.

-¡Cariño! ¡Tenemos un invitado, ven a saludar!-Exclamó Helen atrayendo a su marido al salón.

-¡Hola, papi!-Michelle se levantó a darle un gran abrazo. Acto seguido, fijó la mirada de incomprendido en mí.

-Este es Niall, el nuevo amigo de Michelle.

-¿Eres Niall Horan?

-Eh, sí. Encantado, señor Carter.-Me dio un apretón de menos y un par de palmaditas en la espalda. Me percaté de lo que sostenía en la mano. Es un papel. Me suena mucho: es una partitura. Entonces vi un piano al fondo del salón.

-El placer es mío. ¿Dónde lo has encontrado?-Preguntó a Michelle.

-Pues… había quedado con él, como ya te ha explicado mamá.

-Tú y yo vamos a hablar seriamente en cuanto los estos monstruos se vayan a la cama.-Los cogió a los dos, uno en cada brazo, y los llevó a su habitación.

-Mi padre es profesor de música. Le encanta la música.-Indicó Michelle.

-Pues ya somos dos.

-Tendrías que haberla visto de pequeña cuando se subía a su regazo y le enseñaba a tocar el piano. O cuando vio su primera orquesta que le grabó su padre… Tiene que haber alguna foto…

-No le hagas caso, me va a dejar más en ridículo.

-¿Tocas el piano?

-Sí. Pero hace tiempo que no.-Al mismo tiempo su padre baja por las escaleras. Y me cuenta a todo lo que se dedica. Supongo que su padre me conocerá por su trabajo, alguien normal en esta familia. Me resulta una persona muy fácil con quien conversar. En el fondo, tiene un parecido a Michelle, es extrovertido y gracioso, y que tenga las mismas aficiones que yo me saca ventaja. Y ella está encantada, más feliz de que no haya problema para que sus padres la regañen.

Pasados unos minutos su padre trajo una guitarra y me suplicaron que cantasen alguna canción. Al principio me desistí, pero ellos no se rindieron y al ser Michelle entregándome la guitarra terminar accediendo. Compruebo la tensión de las cuerdas, la que tengo en casa es diferente y además más antigua. Comencé a cantar “I’m yours”, de Jason Mraz.

Al acabar los tres aplaudieron eufóricos.

 

*Narra Michelle*

 

Me siento suertuda al presenciar cómo Niall Horan canta en directo, muchas querrían estar en mi lugar.

Al final no todo ha salido tan mal. No puedo evitar darle un abrazo de lado, delante de mis padres. Por desgracia, es hora de que Niall se vaya y ni a mí ni a ellos les gusta la idea. Se despiden de él mientras yo le espero en la entrada. Es increíble lo que llega a hacer Niall en solo un tarde. Si fuera otro chico mi padre lo hubiera echado a patadas. Sin duda, tiene algo que le convierte en una persona única.

Al abrir la puerta me encuentro con que sigue nevando y más que cuando llegué a casa, hasta ha cuajado. Hace tanto frió que me pongo un abrigo y mis guantes.

-Bueno, va siendo hora de despedirse de ti.-Di un respingo.

-Qué te he dicho de pegarme sustos.

-Cállate, quejica.-Me arrimó a él y nos juntamos en otro abrazo.-Que sepas que lo que pasado muy bien.

-Yo también.-Respondo acurrucándome más en su cuerpo.

Siempre chinchándome y ahora me siento como si flotase en las nubes. Se merece un beso en la mejilla, claro que sí, aunque la dirección que tomé no terminó en su mejilla, si no más a la izquierda.

 

 
¡HOOOOOOOOOOOOOOLIS LECTORES! ¿Cómo estáis? Yo mal, se ha acabado el puente, aunque ya estoy aquí para alegraros los domingos jajaja es broooma. Espero que os haya gustado, sé que soy mala al dejarlo así. Puede que la semana que viene no suba, tengo unos cuántos exámenes esta semana y eso es lo que tardo yo en escribir un capítulo en condiciones debido a mi inspiración, pero es posible que sí. Además, cuando me den las vacaciones subiré con más frecuencia.
Como sieeeempre MUCHAS GRACIAS POR LEER MI BLOG.
Besitos a todos:)
 

 

domingo, 1 de diciembre de 2013

CAPÍTULO 34


*Narra Sophie*

 

-¡Señorita Wilson! ¡Despiértese!-Percibí un libro caer sobre mi mesa y me incorporé súbitamente. Parece que estaba en una jungla en la que únicamente predominaban las risas. Me tapé la cara con las dos manos. No me gustaba llamar la atención cuando me quedaba dormida en clase, cosa que nunca antes me había ocurrido, pero, ¿quién tuvo la idea de poner Historia un viernes a primera hora? Los viernes siempre me daban esperanza aunque esta asignatura se me hace interminable.

Mi profesor mandó callar a mis compañeros y amigos.

-Espero que este malentendido no vuelva a pasar en mi clase. A saber lo que haréis vosotros un jueves por la noche.- ¿Estudiar para tu estúpido examen de la semana que viene, tal vez?

Más risillas al fondo del aula.

Mi profesor no hizo caso y prosiguió con un libro aburrido del que no conseguía distinguir el título. Así hasta que la clase acabó. Por suerte, ni cerré los ojos. Solo había un tema que podía darme para pensar el resto de lo hora: Louis. ¿Os creéis que me yo le haya besado? Porque yo no. Soy sincera, ayer también estuve mandándome mensajitos de esos cursis con él, es adorable. Siempre me casa una sonrisa con cada mensaje, es como si todos los problemas que te persiguen desaparecieran. En el último me decía que me tenía que decir una cosa muy importante, pero que no sabía cuando podía ir a visitarme. ¿Qué será? He pensado en ello desde entonces y no me imagino que sea mi reflexión, poco probable. Y bueno, os dejo a vosotros con la duda, lo sé, soy mala.

Menos mal que en esta hora tenía una especie de descansillo por la mañana, incluso se puede salir del centro. Yo normalmente de dirijo al enorme patio del instituto, me sentaba apoyada en un árbol y me relajaba escuchando música o leyendo. De vez en cuando me acompañaban mis compañeras que empezaban a hablar de temas que no me incumbían.

-Perdonad, chicas, me están llamando.-Me levanto y me encamino hacia un lugar más apartado.

*Conversación telefónica.*

- ¿Sí?

-¡Estoy nerviosa! ¡Nunca he tenido una cita!

-Hola, eh.

-Perdón, es que no me contengo. Hola Sophie. ¿Qué tal te va en este maravilloso viernes?

-Pues… me he dormido en plena clase y sigo cansada. ¡Oye, que escucho tus carcajadas sin tener mi oído pegado al móvil!

-Perdón, otra vez. Es el primer comentario gracioso que me cuentan hoy. ¿Algo más?

-Creo que no.-Bueno, es cierto que a ninguna de las chicas les he dicho lo de las semana pasada. Quería todas juntas, me siento mal al decirlo una por una porque parece que me importa una más que la otra, así que rotundamente no.-¿Y tú?

-Mal, muy mal. ¿Sabes que Niall Horan va a venir a recogerme para comer y voy en chándal? Tendría que haberme traído ropa y cambiarme.

-Tú hace como un mes que no sabías que existía un Niall Horan. ¿Y desde hace cuanto te preocupas por la ropa que ponerte?

-Hey, yo sabía quién era, pero no me interesé hasta que conocí al grupo. Y en el fondo me gusta la ropa, solo hay que ver mi cara cuando hay algo bonito en el escaparate. Pero si quedo tendré que ir presentable. Me imagino salir del instituto empapada de sudor y muerta de sed…

-Buá, seguro que estás guapa igualmente y se quedará boquiabierto.

-Ya ya… Aunque no por mi belleza, si no por el olor de sudor. No se hable más.

-Si continuas reprochándote puedes acabar con la conversación.

-Venga, que paro. Sigo esperando enterarme de lo que te pasó el sábado pasado. Yo solo recordaba.

-Impaciente.

-Vamos, si te encanta ser el centro de atención. Estabas con Louis, es obvio.

-Si tan obvio es, adivínalo.-Imposible, hay una posibilidad entre un billón.

Michelle se inventó todo tipo de historias. Algunas sin sentido y otras tan rebuscadas que no conseguía entender. Aún así, mi amiga no logró descubrirlo.

-Jajaja, tonta. No sucedió así exactamente.

-Mentirosa.

-No.

-Sí.

-Que no.

-¡Tengo una idea brillante! Se lo preguntaré a Niall esta tarde.-Tampoco es posible. Louis me explicó que no diría nada a nadie de momento hasta que determinemos las cosas. Tendría que sentirse afortunada, lo que contaré es ultra secreto.

-En ese caso… has ganado.

-¡Bieeeeen!-Se podía oír sus brincos de alegría.-Aunque no lo haré. Soy tu amiga, respetaré tus decisiones.

-¡Qué bonito! Y eso quiere decir que esto no ha servido pero nada.

-Te he sonsacado un pelín.

-Claro.-Indiqué con ironía.-Me voy a clase. ¡Adiós!

-Un beso, preciosa.

-Otro. ¡Buena suerte!

-¡Oins, gracias!

 

*Narra Michelle*

 

Después de llamar a Sophie y a las demás chicas, volví al aula. Os soy sincera, se me hace incómoda estar con Jake en el mismo espacio cerrado. Me convenzo a mí misma de olvidarme completamente de él, y creo que lo estoy logrando. Ya prácticamente está todo controlado, pero no sé, esa sensación no se me quita. Cambiemos de tema, ahora mismo me encuentro corriendo alrededor de unos ocho minutos. Odio correr, me mantiene en forma y bla, bla, bla, lo que pasa es que esto no es lo mío. Pero soy muy lista y siempre me pongo un objetivo: una caja de Oreos en mi meta. Así nunca paro incluso estando exhausta.

Ya que por fin he terminado y al tener educación física a última hora, salgo la primera. Y, como de costumbre, no hay nadie esperándome a la salida. Me siento en el banco y aguardo la llegada de mi amigo. Mis manos están cada vez más frías, esta situación me inquietaba, no solo porque fuese famoso, también porque es mi primer cita y no he comido nada durante los descansos, recuerdo que esto era una especie de revancha.

Seguramente mi perro se lo pasaría mejor que yo.

-¡Bú!-Pegué tal grito que caí de espaldas debido al peso de la mochila. No tenía nada grave al estar Niall detrás de mí. Él ha amortiguado el golpe.-¿Estás bien?-Preguntó incorporándose.-Pensaba que no eras tan miedica.

-Es que esa no es forma de saludar a las persona. ¿Tú te has hecho daño?

-No, estoy habituado.

-No sé la gracia que te hace a ti, a mí no me da resultado.

Eso le hizo calmarse un poco. No puedo ponerme de los nervios justo al empezar la cita, pero parece que lo hace a propósito. Bueno, suele decirse que la segunda siempre es mejor que la primera.

-¿Nos vamos ya? No creo que quieras seguir aquí más tiempo.

-De acuerdo.

Se sintió aliviado al saber que acepto y que comienzo a caminar. Nos pasamos todo el trayecto andando en silencio, solo se distinguía el ruido de los coches que circulaban por la carretera en este día tan nublado y triste.

Tonaba cómo Niall no despegaba la mirada de mí. Me pongo aún más nerviosa de lo que estoy, aunque no quiero que se entere. Cuando lo comprobaba apartaba la mirada rápidamente y mi acompañante soltaba unas risillas.

-¿De qué te ríes?-Pregunté inspeccionándome toda la cara.

-Nada, no importa.

-Para de reírte y dímelo.-Puse cara puchero.

-Pues que estás muy guapa. Y me hace gracia la manera en la que estás empezando a sonrojarte como un tomate por mí.-Me retorcí sobre mi abrigo y escondí mi cabeza dentro de este. Entonces paró de observarme.

A partir de ahí continuamos sin decir palabra hasta llegar a Nando’s. Niall me abrió la puerta educadamente y un camarero nos llevó a nuestra mesa. Había empezado a llover mientras que nosotros nos servíamos. Debe de ser que los chicos que trabajaban aquí son muy amigos porque cada dos por tres venía una persona a saludar. Y otra cosa muy rara: ha pedido menos comida se lo normal. Parece que se ha olvidado del tema por el que habíamos quedado, pero no me importa, no tengo apetito. Probablemente solo quería pasar un rato conmigo. Ya lo pillo. Es evidente que Niall es más listo que yo.

-¿Qué tal el instituto?

-Bien… Miento, mal.

-¿Por?

-Puf, hay que estudiar y demás, eso me deja agotada. Pero gracias por salvarme unas horas.

-No, gracias a ti por darme un descanso.

-Aunque eso de pertenecer a un grupo tiene que ser divertidísimo.

-Lo es. Y conlleva sus cosas buenas y malas.

Y así seguimos peleando sobre los inconvenientes que causaban los estudios y el ser famoso. En cuanto a las cosas buenas, Niall me ganaba. Y como con él no eres capaz de contener la risa de las bromas que hace, terminamos hablando de muchos más temas hasta el punto de explotar. Hubo un momento en el que se manchó toda la cara con la salsa, literalmente, y tuve que limpiársela porque es torpe el pobre. Lo veréis como algo romántico, pero fue un asco, acabé con las manos llenas de kétchup y eso que traída una servilleta.

-Voy al baño. Ahora vuelvo.-Fui hacia el lavabo y me humedecí las manos en agua fría. Aparezco cuanto antes en la mesa, en la que Niall pedía la cuenta. No quería perder ni un minuto, es la única vez que en esta semana me lo pasaba estupendamente sin yo habérmelo esperado. Sin embargo, todo llega a su fin.

-Recoge tus cosas que nos vamos ya. Hay una sorpresa para ti.

-¿Si? Me encantan las sorpresas. ¿Dónde está?-Cargué con mi mochila, mi carpeta y me abrigué lo suficiente para no helarme en la calle. Niall me encaminó hacia la puerta y descubrí que pequeños copitos caían sobre mi pelo.

-¡Está nevando!-Exclamé saltando y gritando.

Estuvimos el camino de vuelta tirándonos bolas de nieve, con cariño. Después, paramos en un parque cercano y nos pusimos a jugar como niños durante un par de horas. Más tarde entramos en una cafetería y tomamos un buen chocolate caliente.

 Al llegar a casa nos despedimos con un prolongado abrazo. Permanecimos mirándonos una pausa.

-¡MICHELLE! ¡¿ESE NO ES TU NOVIO DEL QUE NOS HABLASTE?!

-Imbécil…

Si sabéis lo que es tener hermanos, me entendéis. Pero este había sobrepasado su límite. Ya verá cuando entre. A Niall le provocó risas y yo solamente quería desaparecer a otro país.

-Hija, que aclaramos acerca de llegar puntual a casa.-Escuché balbucear a mi madre al mismo tiempo que me abría.

Genial. Lo que me faltaba.
 
 
 
Bueeeeeeeeeeeenas :') ¿Cómo estáis? Empezamos diciembre con un nuevo capítulo, que por cierto he tardado menos en subirlo. ¡Espero que os haya gustado! Aviso que el próximo cap será cortito y que en este me he alargado un poco, pero como lo veáis vosotros.
¿Habéis escuchado Midnight Memories? Yo no sé ni para que pregunto. El álbum es perfectísimo, lo quiero en mis manos :D
Nada más. Muuuuuuuuuchas graaaacias por leer y comentar.
Besitos<3 Nos vemos  pronto.