*Narra Harry*
Pues sí que está
preciosa, no miento, más de lo que me había figurado.
-Gra-gracias. Muchas
gracias por el vestido, es… maravilloso.
-Como tú. Por eso te
sienta tan bien.-Es imposible que no se sonrojase en este instante.
-Tengo que
agradecértelo de alguna forma.
-Con que salgamos ya,
me vale.
-Está bien.
Bajamos las escaleras.
Me extrañaba que estuviese sola un sábado por la tarde, pero descubrí cómo
había pegado una nota en la nevera.
-Listo. Podemos irnos.
Se puso un abrigo negro
al igual que su bolso y cerró. Le abrí la puerta como un caballero y ella
accedió. Cuando yo también entré, arranqué el coche y comenzó a sonar música
que Alex no tardó en tararear.
Además, había estado
nevando todo el día y la nieve había cuajado. Y con tanto regalo hemos
derrochado una hora.
-¿Dónde vamos?
-Aguarda un poco,
impaciente.
*Narra Michelle*
-Y…
-¡Y le
besaste!-Interrumpió mi amiga Sophie.
-Que te calles y me
dejes contártelo.
-Es que tu historia es
fascinante. Quién iba a imaginar que tú y Niall…
-¡Pero si no ha
sucedido nada todavía!
-Bueno, tú sigue.
~Flashback~
-Buenos días cariño.
¿Qué tal has dormido? No tenías la luz encendida esta noche.-Mi madre y sus
preguntas para espabilarme completamente por la mañana.
-Buenos días mamá. La
luz la apagó Niall.-Me destapé y me restregué los ojos. Había olvidado que
Niall dormía plácidamente en la habitación de al lado.
-¿Ah sí? Tuvo que ser
cuando se fue a acostar. Hablando de Niall, ¿puedes despertarle tú? Tengo que
cambiar las sábanas.-Asentí a regañadientes.
¿La mato ahora o
después? En el buen sentido. Es más tiquismiquis que mis amigas, pero hay que
obedecerla y siempre gana.
Me levanté de la cama y
me dirigí al cuarto de invitados. Todo estaba muy oscuro, así que decidí subir
las persianas. Le observé durante unos segundos. No quería despertarle, tiene
una carita de cinco años al dormir que no me había percatado antes. Qué idiota,
nunca le habías visto dormir.
Niall se retorció entre
las sábanas. Creo que ya estaba listo para levantarse.
-Buenos días, Niall.
¿Has descansado?-Eso hizo que mirase a su alrededor, ya que no entendía dónde
se encontraba. Su contemplación terminó en mí. Me dedicó una sonrisa, la más
reluciente de todas. Se acomodó acabando sentado apoyado contra la pared. Yo me
quedé impresionada por su torso desnudo.
-Estupendamente. ¿Y tú?
-Bien. Mi madre…
-Ya me visto, dame un
minuto.
-Vale…-Me he
paralizado, otra vez. No puede volver a ocurrir. A mí esto solo me pasaba con
Jake y era una sensación indescriptible, al igual que ahora.
-Michelle.
-¿Sí?
-Me… me puedes coger
los pantalones, están en esa silla.-Ya no sabía si reír o morir de la
vergüenza. Era más una afirmación que una pregunta, aunque prefiero hacer el favor a
verle en bóxers, no estaba preparada para esa imagen.
-Toma.
-Gracias.-Cerré la
puerta inmediatamente.
En la cocina la familia
entera esperaba el desayuno que preparaba mi madre. Al parecer eran unos ricos
huevos con bacón que no durarían mucho en mi plato. Ya tenía mi vaso de leche
sobre la mesa, así que comencé a beber.
-Que aproveche.
-Hey, no te escapes.
Chicos, haced un hueco a Niall.
-Lo siento, Helen. No
me gusta estar en deuda con nadie.
-Venga, hay comida de
más.-Se acomodó en sitio y espero su desayuno. Parecía inseguro, pero yo misma
le pedí con mi mirada convincente que no se preocupe.
Al terminar, recogí los
platos.
-Hija, tienes que sacar
a Luke, ayer no tuviste tiempo.-Refunfuñé por lo bajo. Mi perro es muy listo y
es capaz de hacer sus necesidades, aunque no podía dejarle solo.
-Yo te acompaño, debería
marcharme.-No veía la ocasión en la que Niall y yo nos tuviésemos que
separarnos en el día de hoy.
-Claro.-Se despidió de
mis padres y mis hermanos y gratificó la hospitalidad. Me siguió hasta la
caseta de Luke, al que le enganché la correa. Los tres iniciamos un paseo
silencioso, salvo por los ladridos de mi perro o sus olisqueos. No era un
silencio incómodo, ni mucho menos, era agradable y confortable.
-Tus padres son muy
simpáticos.
-Y tanto.
-Enserio, ha sido un
placer conocerlos.
-Están deseando que
vuelvas a pisar la casa. Cogen mucho cariño a la gente.
-En ese caso, tendrías
que conocer a mi madre.
-Seguro que es tan amable
como tú.-Ese comentario sobraba.
-Si quieres te llevo
conmigo a Mullingar te presento a mi familia.- ¿Qué? No, no, no y no. No era mi
intención llegar a ese punto.
De pronto, Luke empezó
a correr. Lo que faltaba. Intenté tirar de él y frenarle. Tenía más fuerza de
lo que yo pensaba. Había divisado un gato en la acera de delante y Niall me
alcanzó aunque no conseguía pararlo. Entonces Luke se detuvo en seco. Se puso a
dar tantas vueltas que todo pasó muy deprisa y mis labios ya se encontraban de
nuevo junto los suyos. Intenté apartarme pero me agarró por la cintura y le
devolví el beso, un beso cargado de sentimientos, los que necesitaba para
descubrir lo que de verdad sentía por él. Descanse mis manos sobre sus hombros.
Nuestras lenguas jugueteaban y encajaban como un puzle hasta el momento en el
que me faltaba el aire y tuve que separarme. No me atrevía a mirarme, tampoco
quería ver lo colorada que estaba mi cara; así que miré a Luke, que movía la
cola alegre. “¿Cuántas galletas te ha dado mamá para que hagas esto?”.
Efectivamente, este perro es listo.
Una cancioncilla casi
inaudible me desconcentró.
-No es mío.-Indicó
Niall.
-Es mío.-Me toqué el
abrigo y di con el bolsillo donde se encontraba el móvil. Era Sophie, Niall
también lo leyó.
-Supongo que de lo que
vayáis a hablar no me incumbe. Adiós, Michelle.-Acarició a Luke, pero esta vez
fui yo lo que se adelantó sin importarle que alguien nos saque una foto, aunque
la calle estaba desierta. Solo fue un roce de labios, lo suficiente para que se
marchase contento, con una sonrisa de oreja a oreja que no se borraría durante
el resto del día.
~Fin del flashback~
-Y luego cogí tu
llamada. Fin.
-¿Nada más? ¿No me
escondes nada?
-Absolutamente
nada.-Luke se retiró a su caseta y yo introducí la llave en la cerradura.
-Osea que, os corté el
rollo. ¡Qué mal! Andabas desaparecida y se me ocurrió llamarte.
-Da igual. Como
insistías tanto en que te lo contará…-Dejé sin acabar la frase.
-Me has recordado que
te tengo que contar lo de Louis.
*Narra Sophie*
-¿Y a qué estás
esperando?-Le relaté lo sucedido la semana anterior, con pelos y señales.
-¡Lo sabía, lo sabía y
lo sabía! Pobre Louis, menos mal que termina bien.
-Si te pones histérica
en la primera parte, tienes que escuchar la segunda.-Es una compensación al
enterarse la última de este asunto por no conectarse ayer al Skype.
-Soy toda oídos.
-Ponte cómoda.
En realidad, esto ha
pasado esta mañana, así que nadie está informado todavía y no he hablado con
las chicas antes, pero necesito desahogarme urgentemente y gritar a los cuatro
vientos lo mucho que quería, al que a partir de ahora es, mi chico.
NOTA: ¿Os acordáis del plan b que habían planeado las chicas? (cap. 36 (creo)) Bien, pues probablemente tenga que esperar o simplemente no aparezca por razones que iréis viendo conforme subir más capítulos.
Helooooooooooooooooooooouues :') Espero que os haya gustado mucho este capítulo, sobretodo con el flashback. Poor cierto, este es el último capítulo del blog jaja y bueno que muchísimas gracias por los que seguís leyendo, los que no lo habéis abandonado, los que estáis comenzando a leer y por supuesto, a las personitas maravillosas que me comentan.
Intentaré subir de aquí a unos días.
No me alargo más que tengo muchas cosas que hacer jaja un besazo lectores y... ¡FELIZ AÑO NUEVO DE ADELANTO! Cuidado con las uvas:D
Nos vemos el año que viene<3.