*Narra Sophie*
Miércoles. Si yo tenía un mal
despertar imaginaos si me despiertan mis hermanitos saltando en mi cama y
gritando que hoy era el cumple de mama. ¡Si todavía eran las 6 y media de la
mañana!
Me levanté con ellos y fuimos
a la cocina. Preparamos el desayuno, mejor dicho, lo prepare yo y subimos a su
cuarto, seguía dormida. Cuando nos vio se alegró mucho, hasta lloro y todo. A
mí lo que me hubiera alegrado estuviera mi padre, murió cuando yo era pequeña.
En ese momento me salió una lágrima, mi madre me miró y entendió la causa.
-Tranquila pequeña, papá
hubiera querido que fueras feliz, sobre todo hoy.-Me abrazó y me acarició mi
pelo pelirrojo.
La verdad es que Adam es como
un padre, aunque fuera mi padrastro, se portaba muy bien conmigo. Además yo que
podía hacer si mi madre le quería mucho y era el padre de mis hermanitos, o
hermanastros, prefiero la primera opción.
La comida la preparó mi
madre, ya sé que era la cumpleañera, pero se ofreció ella y hace unos platos
deliciosos. Michelle me lo dice a todas horas.
Cuando terminamos entre todos
recogimos la mesa. Mi primo, mis hermanos y yo subimos arriba y nos pusimos a
jugar como niños de dos años, aunque mis hermanitos se acercaban más que
nosotros dos.
Fui a mirar mi reloj, que ya
marcaban las 6 y nos fuimos preparando. A algo más de las 7 la gente iba
viniendo. No me podía creer que mi madre tuviera tantos amigos, y que estos se
hubieran molestado en venir, hasta con regalo. La mayoría de esos amigos venían
con sus hijos, lo peor es que yo me tenía que encargar de los más pequeños, era
para ayudar en algo. Mis amigas vendrían más tarde, Emily y Alexia tenían que
trabajar, Sheila también tenía que atender a enfermos y habían quedado en ir
las cuatro juntas.
Sobre las 8 yo ya estaba que
no podía más, había demasiada gente para mí.
-Sophie, trae más comida que
aquí los invitados han venido con mucho apetito.-Dijo mi madre depositando dos
bandejas en mis manos. Suspiré.-Enseguida, mamá.
Me dirigí a la cocina a
llenar las bandejas de aperitivos. Miré por la ventana para ver el ambiente y
vi que mi jardín estaba lleno de fotógrafos.
De un coche negro salió una
mujer que debía de estar buscando a mi madre, creo que por fin se encontraron
porque la mujer dejó de mover la cabeza de un lado para otro. Mi madre se
acercó a ella y se dieron un gran abrazo, casi como yo esta mañana, claro que
esa mujer no se subió encima de mi madre.
Cogí las bandejas y me quedé
paralizada sin pisar el jardín siquiera. La mujer venía con sus hijos. Primero
salió una chica rubia con unos ojos muy bonitos. Después otra chica casi igual que
la primera, pero esta era más morena. Detrás de ella estaban dos niñas, que
monas, eran gemelas. Las cuatro se aproximaron hacia su madre. Unos minutos más
tarde salió un chico, fue cuando la gente se puso a hacer fotos como locos.
“Espera un momento, ese no es…” pensé para mí sola. ¡Vaya! Era él. Se acercó
hasta mi madre, le felicitó y le dio dos besos.
De repente aparta la vista y
me mira, y yo como si me hubiera dado un tic o algo parecido, se me cayó la
comida de las bandejas. Mierda. Ahora tenía que recogerlo todo. Menos mal que
nadie me había visto.
-Mira cómo has puesto el
suelo.- Me dijo una voz desconocida.
¿Pero qué se había creído ese
que era? Ni que fuera su casa. Iba a contestarle como era debido. Alcé mi
cabeza para ver quién era, pero él se había agachado para ayudarme y eso hizo
que mi cabeza chocara con su barbilla.
-¡Ayy…!- Exclamé tocándome la
parte de arriba de mi cabeza, no vaya a ser que tenga un chichón. Me levanté,
así pude ver a ese chico tan borde.
-Hola…-Me saludó con una
sonrisa rozando con la mano el lugar donde nos habíamos chocado.
-Lo siento, es que no sabía
por dónde iba.-Volví a agacharme a recoger lo que quedaba de aperitivos y lo
tiré a la basura.
-¿Quieres que te ayude?-Preguntó
desde la puerta de la cocina. Ahora me seguía y todo.
-No hace falta, gracias de
todas formas.-Contesté en tono borde.
-Oye, que has sido tú la que
te has levantado tu cabecita y nos hemos chocado.-Se acercó y colocó un
sándwich en la bandeja. La aparté de él.
-¿Tú quién te crees? Déjame, además ya he terminado.-Cogí
las bandejas y las llevé hacia el salón. La fiesta se traslado ahí, ya que
había muchos fotógrafos debido al chico que acompañaba de un lado a otro, a los
que mi madre consiguió echar.
Entré en la habitación y mi
madre me presentó a la mujer que debía ser la madre de mi “amiguito”. Se
llamaba Johannah y al parecer era muy amiga de mi madre en la infancia. Sus
hijas eran Charlotte, Felicite y las gemelas Dasy y Phoebe.
-Y bueno, este es el mayor,
se llama Louis.-Me presentó Johannah. Él me dedicó un gesto de saludo con la
mano, y yo una mirada de pocos amigos.
Me despedí para ir al baño,
cuando llamaron al timbre. Como era la única presente más cercana a la entrada
abrí la puerta. Aunque en ese momento me arrepentí al ver a la persona que se
encontraba enfrente de mí.
Holaaaaaaaas a todas!
Este capítulo lo iba a subir ayer; ya que es cortito y
es un poco churro, pero al final no me dio tiempo,
así que lo subo hoy. Me ha quedado un pelín mal,
no me convence la verdad jaja ;)
Como siempre, espero que os guste(:
Muchas graciaaas a las personas que leen. Un besazo:3
COMO SEA EL EXNOVIO TE MATO!!! VEEEES??? LO PREDIJEEEE!!! WEEEEE HE ACERTADOOOOO!!!!! :DDDDDDDD
ResponderEliminarJAJAJA YA LO VERAS EN EL PROXIMO CAPITULO!
EliminarPD: Oye no me mates mala persona ;(